El cuerpo de un gato Persa es de una forma recogida, compacta y maciza, con patas cortas y robustas.

La cabeza, grande y redonda, tiene que inscribirse en un cuadrado; las orejas son pequeñas y están tan separadas que sus caras internas están alineadas con los ángulos externos de los ojos.

En un dibujo ideal, la parte superior de la cabeza y el vértice redondeado de las orejas se encuentran en una misma línea horizontal.

La frente debe de ser alta y abombada y la línea superior de la nariz, que es minúscula y muy chata, debería alinearse con la inferior de los ojos.

Los ojos, bien separados entre sí, son grandes y redondos y deben tener una mirada dulce y expresiva.  Las mejillas, sostenidas por fuertes maxilares, son redondas y sin ningún tipo de hundimiento.

El mentón marcado destaca el perfecto encaje de los dientes. El hecho de extremar el tipo conlleva una tendencia al prognatismo.

El Persa ideal presenta un determinado equilibrio en las proporciones: la distancia entre la parte superior de la cabeza y el stop debe ser igual a la que hay entre el stop y la parte inferior del mentón, y todo el cuerpo, a excepción de la cola, debe poder ser inscrito en un cuadrado. ASÍ QUE SI TIENE NARÍZ, SEGURAMENTE NI ES PERSA NI EXÓTICO NI HIMALAYO, ES LIEBRE POR GATO. www.amigosdenemo.com

gatito persa y exótico original

EJEMPLO DE RAZA PURA SANGRE EXÓTICO A LA IZQUIERDA Y PERSA A LA DERECHA; NARIZ PEQUEÑA yCENTRADA ENTRE LOS OJOS, OREJAS CORTAS, SI AÚN ASÍ HAY DUDA, EL CARÁCTER "MÁS DÓCIL QUE UN TRAPO" NOS DIRÁ QUE SON PERSAS.

gato de angora

HERMOSO EJEMPLAR, NO ES PERSA ES ANGORA

falso persa

ESTA PELUDO PERO LA NARIZ ALARGADA LO DELATA

gato exotico

SEGURAMENTE ESTA CRUZADO CON EXÓTICO PERO NO ES PURA SANGRE

gato peludo falso persa

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BLOG DEL GATO BODEGUERO

Al principio puede que le molestase que la gente lo evitase por su color negro pero se había acabado acostumbrando e incluso le había cogido el gusto al tema. Paseaba por debajo de la escalera de la calle número trece con orgullo y un poquito de chulería, subía a las mesas de las terrazas de las cafeterías asustando a los clientes para que derramaran todos los saleros, entraba en las tiendas de antigüedades y lograba que la gente se asustase con su presencia y chocase contra los espejos, rompiéndolos en mil pedazos. Todo le daba absolutamente igual. Como a cualquier gato.